OTRA PORCIÓN MÁS…
¿Seño a cuánto la porción?, fue lo primero que dije
cuándo percibí ese peculiar olor en el aire que desequilibraban mis sentidos y
más aún cuando me dijo 6 soles preciosa, mil gracias a la persona que invento
los “benditos anticuchos”, amén. Ese olor tan reconocible que hace agua la boca
de cualquier transeúnte que pasa por ahí y que claramente yo no fui la
excepción.
No sabía si era el antojo desesperado que tenía o es que
de verdad el olor que salían de los anticuchitos dorándose en la parrilla era
demasiado bueno, que apresuraba a la seño para que ya estén listos. ¡Bien
doradito por favor y con bastante ajicito y choclito seño!
Una morena sabrosona de esas que llevan el criollismo
dentro con una sonrisa pícara me puso el platito de anticuchos delante mío,
para que yo empezará a comérmelos casi sin respirar.
En mi vida había pasado por muchos puestitos de
anticuchos, todos bien sabrosos pero este era especial, era diferente y lo supe
desde que mordí el primer corazón sazonado con amor por aquella morena de buen
comer, seguro también de tantos anticuchos suyos que han pasado por su boca.
Estos son, estos son los anticuchos de la vida dije y la señora riéndose me
dijo ¿otra porción?
Lleva ahí favoreciendo el paladar ajeno ya casi 8 años,
se ha adueñado de esa esquina que ahora parece ser tan suya y que a la misma
vez funciona como paradero, la cdra. 19 de la Av. Perú-SMP, está abarrotada por
clientes que esperan pacientemente su turno. Doña Teresa o Tere como la llaman
sus conocidos nunca la encontrarás de mal humor. Para qué tratar mal a la clientela
si ellos no tienen la culpa que tu día no haya sido cómo te lo esperabas, me
dice entre risas y con sus ojos bien abiertos.
Doña Tere se animó a poner su anticuchería con el apoyo
de su esposo, al principio salía solo los fines de semana pero al ver la
acogida de la gente, se animó por salir de jueves a domingo y así se quedó
hasta ahora. Su madre le enseñó el arte de cocinar y fue por ella también que
aprendió a hacer los “benditos anticuchos”, gracias a su madre ahora tenemos el
privilegio de que nuestro paladares degusten una delicia como esta.
Sé que estarás pensando: pero anticuchos, lo encontramos
en cada esquina, por todas partes y todos son ricos. Sí tienes razón, pero creo
que te falta probar éste para que cambies de opinión, es más creo que el éxito
no solo es el rico sabor si no el trato que recibes por Tere, ambos factores
forman un binomio perfecto para que con gusto vuelvas a ir una y otra vez, si
así lo quieres.
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