martes, 24 de abril de 2012
lunes, 23 de abril de 2012
Mamita, ¿papita con huevo lleva?
Mamita, ¿papita con huevo lleva?
La encuentras en cualquier esquina limeña, en una carretilla blanca, y ahí una señora muy amable que te invita a comer. Al lado se encuentra su ayudante pelando las papas y los huevos calientitos. Muchas veces la veía cuando iba al mercado con mi mamá, pero distinta fue mi reacción cuando decidí probarla por primera vez.
Decidí no quedarme a comer ahí, pues el humo de los carros me quitaba el apetito, otro punto que desmotiva a la compra, pero que desde el punto de vista del vendedor es un excelente lugar estratégico.
Le pagué y me dirigía a mi casa probándome a mí misma que podía comer y caminar a la vez sin votar. Fue el recorrido más placentero de mi vida. Sentía como se deshacía la papa amarilla en mi boca y como el huevo mezclado con salsita huacatay se acoplaba perfectamente. Desde ese momento pensé, no es tan malo después todo, iré mas seguido donde la seño, al menos una vez por semana. Es así el comienzo de una relación con esa carretilla por mucho tiempo, o hasta que el tiempo de la universidad me lo permita.
A que quiero llegar con todo esto; a que en este país el que estigmatiza un plato como este es porque vive en la época de la colonia; no saber apreciar lo rico y barato que ofrece nuestro Perú es una perdida de tiempo y alienación; porque si en Estados Unidos existe el perro caliente (hot dog) el cual es el primero que queremos comer cuando viajamos para allá, porque no comer nuestra papa con huevo que es más saludable, nutritiva y que solo cuesta un solsito nada mas, de verdad que no se van a arrepentir, démosle a los carretilleros la oportunidad de prosperar y exigirse más por un mejor trato y producto. El Perú ya no es Lima y su mazamorra morada y suspiro a la limeña, el Perú es su gente trabajadora y pujante que busca salir adelante en lo que sea.
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